"Frío"

Cielos que frío, huelo la nieve, bueno lo de oler es un decir, puesto que no siento la protuberancia central que tengo en el gélido rostro. En días de perros como el de hoy, son para estar en casita sentado en un confortable sillón decimonónico junto al calor de una chimenea leyendo un buen libro o dejándose llevar por el influjo absorbente de una película de cine clásico y siendo posible sin trabas añadidas, (lo de las trabas lo digo por las visitas inoportunas que a veces recibe uno de improviso) pero no, yo soy masoca, me gusta el fútbol y la necesidad dista. Al estadio suelo ir andando, es lo mejor, ir en coche y encontrarme con el caos que suele haber para aparcar, hace aparecer mis grandes fobias, odios, y frustraciones. El masoquismo debe ser contagioso como una pandemia, porque con el frío que hace, en el estadio seriamos por lo menos diez mil quinientas personas que por cierto una vez más salimos decepcionados con el juego de nuestro equipo y del resultado final, el equipo visitante nos ganó por un 0-3 y volvemos a estar en puestos de descenso a la 2ª-B ( perdonar pero me marcho a la cocina a prepararme algo caliente a ver si entro en calor, os dejo un momento con la publicidad).

 

Aquí estoy de nuevo, un poco de café, agua hirviendo y ¡ops! a entrar en calor.
Siguiendo con lo del fútbol, con tan desolador panorama mi actitud es critica más o menos escéptica con la directiva de mi equipo, y si no cambian las cosas la temporada que viene estaremos en 2ª-B, y en este momento solo me queda la lucidez de reconocer que Carmen tenia razón al decirme que estaba loco por salir de casa para ver un partido de fútbol en una tarde tan álgida.
Es noche, miro por la ventana y solo circula el frío por las vacías calles, parece que el café caliente hizo su efecto, porque las emociones vuelven a guiarme de forma natural, pienso que la noche es la antesala del sueño y es una hora privilegiada para la lectura y como la cosa va de frío me he puesto a leer el “El explorador perdido” de Conrad Anker, trata del descubrimiento del cuerpo de George Mallory en el Everest. Joder que frío hace.

"Camino"

Las pesadillas aún me perturban el sueño, será que me veré obligado arrastrar mi apátrida existencia por los hoscos arrabales de mi exilio hasta la muerte. Sé que la verdadera desesperanza solo se puede dar cuando uno se aísla, pero no sé que hacer si la oscuridad me separa del camino, no sé que hacer con esos extraños amaneceres, no sé que hacer cuando me hablan con extraña lengua que genera aún más mi aislamiento y tristeza. Maldita pirueta del destino que marcó mi vida como si fuera un hierro calentado en la forja de la sinrazón.
Necesito que el espacio fluya, necesito un mundo de instantes condensados en emociones, quiero que mis pedazos de memoria prendidos de afectos me hagan soñar, si soñar con nuestro hermoso camino, no quiero pesadillas, quiero soñar que camino junto a ti, quiero soñar que camino junto a ti cogido de tu mano, soñar que camino junto a ti bajo esos árboles que dan un sesgo fibroso a su contenida hermosura, soñar que camino junto a ti lo cual me permite desplegar un punto de locura felicidad, soñar que camino junto a ti oyéndote hablar para poder respirar ese aire de suavidad y envolvente armonía, soñar que camino junto a ti para sentirme abrazado por esa luz tamizada por las verdes hojas, soñar que camino junto a ti sin importarnos la canícula de agosto, el viento de primavera o la lluvia del invierno, soñar que camino junto a ti sabiendo que al final del camino siempre hay otra curva sin peligro porque como dice Bukowski, en el árbol oscuro el ruiseñor vela por nosotros. No quiero pesadillas, quiero soñar con nuestro verde camino.

"Fraga do Eume"

Esta imágen, es del paraje denominado la Fraga del Eume, es un lugar donde uno quisiera perderse y que no lo encontrara ni Dios, si alguna vez pasas por Pontedeume (Galicia), remonta el río Eume y piérdete por la Fraga, me lo agradecerás.

"Rebajas"

Ayer fui con Carmen a ese rastro, al encante, al mercado de fortuna llamado centro comercial. Empezaban las rebajas de enero y hay que aprovechar. Hay que aprovechar que la tarjeta aún no se derritió del todo en estas navidades. Acompañé a Carmen con la condición que se gastara el dinero en ella, me encanta ir con ella, acompañarla, siempre que la cosa sea para ella y no como otras veces que todo es para los demás y nada para ella.
Al entrar en ese embruje de soles y estar rodeado de tanta gente, crecen mis sensaciones las cuales albergan la misma algarabía y mezcla de sonidos y olores ancestrales. Uno acaba agotado de mirar y mirar, ¿te gusta esta camisa de Marc Jacobs? ¿ Me queda bien este jersey de Maria Cornejo? ¿Y esta chaqueta de Alberta Ferretti? Me encanta este vestido de tul y seda de Burberry ¿ y a ti?.
Creo que te quedaría mejor este vestido verde ajustado en la cintura con escote en V del gran Chisato. Agotador pero me gusta si es para ella, no me importa estar esperando largas colas para pagar mientras Carmen sigue mirando los zapatos de Max Mara o las botas de ante con flecos de Cacharel y aquel vestido azul con cinturón de piel marrón de Miu Miu, joder me gusta que se compre cosas para ella y que se deje de comprar para los demás. Camisetas de Marimekko, chalecos de Hermés, camisas de seda con chorreras de Dior, boina de Burberry, bufanda estilo peruano, jeans de Levi’s, mocasines de House Mocasines, agotador, agotador pero no importa si es para ella, me gusta que se ponga guapa con estos vestidos y con el mejor accesorio que puede usar una mujer el carisma y la sonrisa.

"Necesito ver el mar"

Hoy es el primer día del nuevo año, y suelen decir año nuevo vida nueva, pero yo no veo nada nuevo, todo sigue igual, miro por la ventana y solo veo los mismos y feos tejados de la ciudad en la que vivo desde hace seis largos años, y me pongo a pensar en lo que estaría viendo desde mi ventana de mi casa de Pontedeume...
Necesito ver el mar, necesito que sus olas me hagan estremecer, necesito su salitre para que cierre mi herida de ilusión perdida, si necesito ver el mar, ver el autentico mar para que ahogue todas mis penas.
Necesito ese profundo mar para poder naufragar y que el único pecio sobre la arena sea mi soledad.
Necesito el mar y no estos feos tejados, necesito el mar con toda su calma o toda su tempestad para que me susurre mis sueños dormidos.
Necesito el mar y no estos decadentes tejados sin alma, necesito el mar para que me lleve en esa búsqueda de armonías imposibles, necesito necesito, yo necesito ver el mar.