"Je t’aime moi non plus"

Con un onírico reflejo de intensidades que dejan en el aire sugerencias y fantasías retrotraídas de mi juventud, son traídos por una invisible marea de recuerdos. El recuerdo para mí es el único paraíso del que jamás seré expulsado, cuando quiero viajo a ese mundo, infinidad de cosas me sirven de billete para coger el autobús con destino al pasado, un olor, un sabor, un nombre, una canción, una foto, un objeto cualquiera, como en este instante que mientras contesto un e-mail a Anawin y escucho música se transforma en pura concatenación que hace una perfecta mezcla para adentrarme en mis recuerdos de aquellos días de juventud, los juegos prohibidos, ese sentimiento de agarrar por primera vez a una chica por las caderas en un sensual baile, oír a tu espalda eso de “tío que suerte tienes”, o esa sensación de envidia cuando el otro se lleva a la chica, y como no, probar por primera vez los bombones rellenos de pecado, probar el sabor de unos besos al son de “Je t’aime moi non plus”, amo esos pedazos de memoria prendidos de afectos, amo los recuerdos.