"A Alfred Eisenstaedt"

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Salí de casa a las cinco de la madrugada con la cámara y el trípode y mi nueva bicicleta. A esas horas tan tempraneras solo los encargados del baldeo de calles y los típicos golfantes que regresan a sus casas después de una noche loca y algún poco cuerdo como yo circulan por las calles.

Mi destino era Benicàssim, quería fotografiar unas dunas justo cuando sale el sol.

Elegido el lugar idóneo y esperando el momento deseado observo que viene hacia el lugar donde yo me encontraba una mujer cargada con un trípode y varias cámaras fotográficas y al percatarse de mi presencia se paró en seco recelosa de seguir su camino. Yo rápidamente le mostré mi cámara como si fuera una señal de que estuviera tranquila que no había peligro alguno y ella rápidamente lo entendió así.

Elizabeth Cardiff así se llamaba y era norteamericana y vivía en el condado de Queens, Nueva York. Había venido a fotografiar el camino Inglés de Santiago y hacer un reportaje grafico del FIB  (Festival internacional de Benicàssim).

Yo le conté que era gallego de Pontedeume y que por motivos laborables me encontraba residiendo en Castellón y sobre todo hablamos de fotografía.

Me dijo que para diciembre era el aniversario del nacimiento del fotógrafo Alfred Eisenstaedt y estaba preparando un homenaje el cual consistía en una exposición de las famosas fotos de Eisenstaedt y de obras de otros artistas americanos y europeos las cuales tuvieran relación con las fotos del autor y me preguntó si me apetecia participar.Yo no lo pensé dos veces y acepté la invitación.

Hoy me ha escrito dándome las gracias por el envío y por participar en el homenaje y que me espera el seis de diciembre para la inauguración.

Que bonito es conocer a alguien por azar y que algo hecho por ti acabe colgado de las escarpias de una sala de exposiciones de Nueva York.